No me dan pena los burgueses
vencidos. Y cuando pienso que van a darme pena,
aprieto bien los dientes y cierro bien los ojos.
Pienso en mis largos días sin sombrero ni nubes,
Pienso en mis largos días con mi piel prohibida.
Pienso en mis largos días.
-No pase, por favor. Esto es un club.
-La nómina está llena.
-No hay pieza en el hotel.
-El señor ha salido.
-Se busca una muchacha.
-Fraude en las elecciones.
-Gran baile para ciegos.
-Cayó el Premio Mayor en santa Clara.
-Tómbola para huérfanos.
-El caballero está en París.
-La señora marquesa no recibe.
En fin, que todo lo recuerdo.
Y como todo lo recuerdo,
¿qué carajo me pide usted que haga?
Pero además, pregúnteles.
Estoy seguro
de que también recuerdan ellos.
___________
Poesía Libre. Revista de Poesía. Ministerio de Cultura, Managua (Nicaragua) Año V. Número 15, diciembre de 1985.
Responsable: Julio Valle-Castillo
Consejo Editorial:
Carlos Calero (Monimbó); Juan Ramón Falcón (Condega); Marvin Ríos (Niquinohomo); Cony Pacheco (Subtiava); Gonzalo Martínez (Bluefields); Gerardo Gadea (Ejército Popular Sandinista)
A la revista 'Caminar Conociendo', nº 4, se le han ido agregando escritos. Si desea ojear el número de ella retroceda hasta encontrar el índice, el staf o los titulares de la misma.
martes, 23 de febrero de 2010
viernes, 12 de febrero de 2010
Eduardo López Morales (*): El Salvador finaliza su pre-historia
Los señores desde sus cuarteles y casa de gobierno,
han decidido proscribir palabras como libertad,
pueblo, canción, belleza, amor, patria:
es decir, conceptos foráneos y perniciosos
con los cuales rusos y cubanos pretenden destruir
la unidad centroamericana.
hora, que el pueblo tiene fusiles
y le están disparando a los guardias y cuilios
y hasta a los mismos especiales fabricados por los yanquis
(hecho que ya Roque había previsto en un poema memorable)
resulta que el pueblo es antidemocrático y subversivo,
por lo cual los señores han decidido que no vale la pena
que esta chusma merezca un gobierno tan pulcro,
y, en consecuencia, están formando un gobierno sin pueblo
pero con muchos ministerios y uana aceptable inversión
financiera del Programa para el Caribe.
Por eso, los poetas, tan desagradecidos como siempre,
sólo tienen palabras para la guerra,
han abandonado la melancolía y la neurosis creativa,
y se incorporan a las funestas tramas clandestinas.
Y lo mismo sucede con otros profesionales
y gentes decentes, embaucados por aquellos que odian a Dios.
En suma:
No queda más remedio que acabar con los señores
y, sobre todo, con los señores de los señores,
con la propiedad de los señores y con todas sus mentiras,
aunque pretendan exterminar al pueblo
y ya nos les bastan los verdugos nativos.
Esta es la guerra del pueblo contra los asesinos
y no habrá calle y cañada que no albergue
un limpio combatiente de este mañana imprescindible
que debemos crear, porque no sólo es justo,
sino necesario para poder seguir siendo pueblo,
que es decir vida, libertad, canción, amor, patria.
Y no van a proscribir a los hombres verdaderos,
porque ellos descargan la único lógica del momento
con ese peso tremendo de las piedras y los árboles
para salvarnos a todos en el país y en los países,
porque esta lucha, compañeros, es de todos
y en todas partes de esta patria humana
que refulge en las banderas alzadas,
en los gritos de victoria y de muerte
del sol cercano, hermoso, presente
naciendo sobre los volcanes:
compañeros, del sol de la Revolución
ahora que todos estamos disparando
para sembrar de paz y de hijos nuestra tierra.
///
(*) Poeta cubano
__________
Poesía Libre. Revista de Poesía. Ministerio de Cultura, Managua (Nicaragua) Año V. Número 14, marzo de 1985.
Responsable: Julio Valle-Castillo
Consejo Editorial:
Carlos Calero (Monimbó); Juan Ramón Falcón (Condega); Marvin Ríos (Niquinohomo); Cony Pacheco (Subtiava); Gonzalo Martínez (Bluefields); Gerardo Gadea (Ejército Popular Sandinista)
han decidido proscribir palabras como libertad,
pueblo, canción, belleza, amor, patria:
es decir, conceptos foráneos y perniciosos
con los cuales rusos y cubanos pretenden destruir
la unidad centroamericana.
hora, que el pueblo tiene fusiles
y le están disparando a los guardias y cuilios
y hasta a los mismos especiales fabricados por los yanquis
(hecho que ya Roque había previsto en un poema memorable)
resulta que el pueblo es antidemocrático y subversivo,
por lo cual los señores han decidido que no vale la pena
que esta chusma merezca un gobierno tan pulcro,
y, en consecuencia, están formando un gobierno sin pueblo
pero con muchos ministerios y uana aceptable inversión
financiera del Programa para el Caribe.
Por eso, los poetas, tan desagradecidos como siempre,
sólo tienen palabras para la guerra,
han abandonado la melancolía y la neurosis creativa,
y se incorporan a las funestas tramas clandestinas.
Y lo mismo sucede con otros profesionales
y gentes decentes, embaucados por aquellos que odian a Dios.
En suma:
No queda más remedio que acabar con los señores
y, sobre todo, con los señores de los señores,
con la propiedad de los señores y con todas sus mentiras,
aunque pretendan exterminar al pueblo
y ya nos les bastan los verdugos nativos.
Esta es la guerra del pueblo contra los asesinos
y no habrá calle y cañada que no albergue
un limpio combatiente de este mañana imprescindible
que debemos crear, porque no sólo es justo,
sino necesario para poder seguir siendo pueblo,
que es decir vida, libertad, canción, amor, patria.
Y no van a proscribir a los hombres verdaderos,
porque ellos descargan la único lógica del momento
con ese peso tremendo de las piedras y los árboles
para salvarnos a todos en el país y en los países,
porque esta lucha, compañeros, es de todos
y en todas partes de esta patria humana
que refulge en las banderas alzadas,
en los gritos de victoria y de muerte
del sol cercano, hermoso, presente
naciendo sobre los volcanes:
compañeros, del sol de la Revolución
ahora que todos estamos disparando
para sembrar de paz y de hijos nuestra tierra.
///
(*) Poeta cubano
__________
Poesía Libre. Revista de Poesía. Ministerio de Cultura, Managua (Nicaragua) Año V. Número 14, marzo de 1985.
Responsable: Julio Valle-Castillo
Consejo Editorial:
Carlos Calero (Monimbó); Juan Ramón Falcón (Condega); Marvin Ríos (Niquinohomo); Cony Pacheco (Subtiava); Gonzalo Martínez (Bluefields); Gerardo Gadea (Ejército Popular Sandinista)
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