Amaneciendo no
tuve que luchar más:
el deseo se recogió
y se echó en mi corazón
como la mula en el establo.
tuve que luchar más:
el deseo se recogió
y se echó en mi corazón
como la mula en el establo.
Fernando Quiñones
(Crónicas de al-Andalus)
(Crónicas de al-Andalus)
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