martes, 13 de marzo de 2007

Vicente Aleixandre y el Romancero Republicano de la Guerra del 39-39

ANTONIO RAMOS GASCÓN

D. Antonio Ramos Gascón, Director Generaal de la Fundación José Ortega y Gasset y profesor de literatura española en la Universidad de Minnessota, recordó sus lecturas juveniles del Premio Nobel, 'Historia del corazón' y otros. Extendiéndose acerca de las conexiones con el Romancero Republicano de Fuerra a partir de un prólogo de Miguel Hernández a una edición de 'Vientos del Pueblo' en el que afirmaba que, su poesía, surgía del mismo 'venero' que la de Lorca, Aleixandre... lo que llenó de desconcierto a D. Antonio Ramos Gascón. Investigando en el romancero de guerra, ya en tierras californianas, encontró romances de Vicente Aleixandre alentando la lucha de los milicianos. Ardua labor si se tiene en cuenta que, este romancero tiene, según sus cálculos, cerca de 10.000 poemas y alrededor de 4.000 autores. Para ilustrar su intervención que, al decir de los presentes fue acsi de congreso, repartió entre los presentes al homenaje estos poemas (romances) que van a continuación (uno de ellos ya lo hemos copiados hace días titulado 'Romance del fusilado) uno de cuales leyó. Lamentamos no poder ofrecerle su intervención ya que causas ajenas a la revista lo han imposibilitado. Para los interesados en este aspecto (aspecto que según D. Antonio Ramos Gascón se ha estudiado muy poco dada la impertinencia de andar revolviendo entre papeles para sacar a luz algo que se quiere olvidar de una manera 'un tanto paulina') del gran poeta, le recomendamos el libro 'Nuevos poemas varios' de la editorial Plaza y Janés del año 1987, recopilación de Alejandro Duque Amusco y edición de Irma Emiliozzi y A. Duque Amusco, que recoge estos y otros poemas como 'Funeral por Che Guevara' y 'Oda a los niños de Madrid muertos por la metralla' en el capítulo titulado 'En la aurora de sangre (poesía y compromiso)' del que esta biblioteca tiene un ejemplar fotocopiado de la Biblioteca Nacional.







El miliciano desconocido,
Frente de Madrid (*)



No me preguntéis su nombre.
Le tenéis ahí en el frente,
por las orillas del río:
toda la ciudad lo tiene.
Cada mañana se alza,
cuando la aurora lo envuelve
con un resplandor de vida
y no resplandor de muerte.
Cada mañana se alza,
como un acero se yergue,
y donde pone sus ojos
una luz mortal esplende.
No me preguntéis su nombre
que no habrá quien lo recuerde.
Cada día se levanta
con la aurora o el poniente,
salta, empuña, avanza, arrolla,
mata, pasa, vuela, vence;
donde se planta allí queda;
como la roca, no cede;
aplasta como montaña
y como flecha hiere.
Madrid entero lo adivina;
Madrid late por sus sienes;
sus pulsos vibran hirviendo
de hermosa sangre caliente,
y en su corazón rugiendo
cantan millones de seres.
No sé quién fue, quién ha sido;
¡Toda la ciudad lo tiene!
¡Madrid, a su espalda, lo alienta,
Madrid entero le sostiene!
¡Un cuerpo, un alma, una vida
como un gigante se yergue
a las puertas de Madrid
del miliciano valiente!
¿Es alto, rubio, delgado?
¿Moreno, apretado, fuerte?
Es como todos. ¡Es todos!
¿Su nombre? Su nombre ruede
sobre el estrépito ronco,
ruede vivo entre la muerte;
ruede como una flor viva,
siempre viva para siempre.
Se llama Andrés o Francisco,
se llama Pedro Gutiérrez,
Luis o Juan, Manuel, Ricardo,
José, Lorenzo, Vicente...
Pero. ¡Se llama sólo
Pueblo Invicto para siempre!









Vicente Aleixandre


(*) 'Al Ataque', nº 3, 23 de enero de 1937



TOMADO DE LA PÁGINA 15 DEL Nº 4 DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO' DE MAYO DE 1995

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