jueves, 15 de febrero de 2007

José Mª Amigo Zamorano: DOS CENTENARIOS: ENGELS y MARTI

DOS CENTENARIOS: ENGELS y MARTÍ

El 19 de mayo DE 1885 moría en su patria el gran poeta y político CUBANO, José Martí y el 5 de agosto del mismo año lo hacía, en Londres, Federico Engels, uno de los más importantes organizadores del movimiento obrero del siglo pasado. Ambas, personalidades controvertidas, influyeron y siguen influyendo en numerosas personas, hasta el punto de enarbolar sus retratos, como si de santos se tratara. Desde esta biblioteca, donde se hallan algunas de sus obras, queremos recordar este evento sin prejuzgar que sus obras (el tiempo lo dirá) perduran. Como grandes de su tiempo estuvieron atentos a lo que acontecía en el mundo; una muestra son estos comentarios sobre España, de aquel entonces que parece hoy. No en vano las bibliotecas son depositarias de la memoria del Hombre.

Engels, F.

Martí, J.


La Política española

por José Martí
Nueva York, 23 de mayo de 1882

Los elementos de la querella flotaban por el aire. El primer debate de la Cámara ha puesto de relieve la querella. No bien se anunció por el gobierno el próposito de establecer, como preparación al jurado, juicios públicos y orales, que son menos que el jurado, y más que las actuales formas de juicio, alzáronse en rebelión los radicales sagastinos, exigiendo a su jefe que propusiese el establecimiento inmediato de un jurado, puesto que un pueblo que manejó ya sin riesgo y con honor esa institución, no necesitaba prepararse para ella.

Los descontentos claman por la adopción inmediata de jucios por jurados, del presupuesto económico, del matrimonio civil. Sagasta responde que no está España madura para el establecimiento de esas instituciones.

Alonso Martínez, el Ministro de Justicia, anunció desde el banco del gobierno que el gabinete introduciría en la sesión próxima el proyecto de ley de juicios por jurado, y un nuevo código penal, más encaminado a corregir que a espantar, y a purificar que a corromper, como corrompe y espanta, con sus penas envilecedoras, el código vigente. Tales son cárceles de España que el que entra en ellas sale criminal jurado.

Y una flor que cae en un presidio de España, sale llaga. En verdad que es tiempo de atender a esa señora ilustre y modestísima, que pide con acentos de evangelista y de profeta que se truequen en penitenciarías y presidios, y estos y las inmundas cárceles en escuelas para los pecadores. Concepción Arenal se llama esta dama ilustre; no tiene España otra más grande. Decíamos que el riesgo de desarme del bando sagastino parecía, a merced de la prosa del Ministro, conjurada. Es tregua: no desenlace.
José Martí

Publicada en La Opinión Nacional de Buenos aires (son extractos)

(Se publicó en la revista 'Caminar Conociendo' en el nº 4, en la pag. XVI del suplemento de esta revista titulado 'Fontana Sonora' en mayo de 1995)


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