por Rafael Morales
Yo creía que el tiempo
dejaba siempre un rastro
de afligido silencio,
un terco y desolado desamparo,
una yerta sabana
de interminable soledad.
Conocía sus carros
rodando sigilosos por las noche,
despojando a los hombres
de todo lo que aman:
los besos,
las promesas,
los sueños,
la esperanza...
Creí que era un gran rey
coronado de muerte y de tristeza.
Pero en sus largas
carreteras de hastío,
en sus nocturnos mapas
de ceniza y de sombra
y siento alzarse el reino
de tu hermosa palabra,
pujar por claras torres,
cantar eternamente
donde puso la vida
sus auroras volcánicas.
Rafael Morales para 'Caminar Conociendo' en homenaje a Vicente Aleixandre.
ESTA POESÍA Y LA VA A CONTINUACIÓN, TITULADA 'Tomo nota', ESTÁN TOMADAS DE LA REVISTA 'Caminar Conociendo', Nº 4, PÁGINAS 31 y 32. MAYO DE 1995
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